La restauración de un teatro es, muchas veces, una tarea compleja que implica no solo trabajo técnico, sino también creatividad para encontrar formas de financiamiento. Eso es exactamente lo que logró el Teatro Coliseo de Buenos Aires con el lanzamiento de DEDICA, una campaña de recaudación de fondos que combinó emoción, historia y participación comunitaria.
Un homenaje con nombre y apellido
El Teatro Coliseo, impulsado por la Fundación Cultural Coliseum, propuso a su comunidad un gesto simbólico y poderoso: «renovar una butaca y dedicarla a alguien especial». Cada persona que colaboró con la campaña tuvo la posibilidad de elegir una butaca, que fue restaurada gracias a su aporte económico, y colocar allí una placa conmemorativa con el nombre de la persona homenajeada.
Pero eso no fue todo. Cada butaca también incluye un código QR, que lleva a una página con la historia detrás de esa dedicatoria. Una forma original y profundamente emotiva de transformar un objeto en un legado, en un puente entre generaciones, y al mismo tiempo, reunir los fondos necesarios para poner en valor uno de los espacios culturales más emblemáticos del país.
«Cada butaca también incluye un código QR, que lleva a una página con la historia detrás de esa dedicatoria.»
Nuestro rol: restaurar sin perder la esencia
Desde Rassegna, tuvimos el orgullo de ser parte de esta obra singular. Nuestro trabajo consistió en desmontar, restaurar y reinstalar 935 butacas originales, respetando su diseño histórico y mejorando al mismo tiempo su funcionalidad y confort. Conservamos piezas clave, como los apoyabrazos de madera maciza artesanal, y renovamos los asientos y respaldos con tecnología moderna y tapizado nacional ignífugo en terciopelo rojo púrpura, que además mejora la acústica del teatro.
«Nuestro trabajo consistió en desmontar, restaurar y reinstalar 935 butacas originales, respetando su diseño histórico y mejorando al mismo tiempo su funcionalidad y confort.»
Este proyecto fue para nosotros mucho más que un trabajo técnico. Fue un verdadero honor poder contribuir a preservar la historia de este lugar y al mismo tiempo acompañar un modelo de financiamiento que puede servir de ejemplo a otros teatros y espacios culturales del país.
¿Y si otros teatros replicarán este modelo?
La campaña DEDICA demostró que la comunidad quiere participar cuando se le da una oportunidad concreta, accesible y significativa. Transformar cada asiento en una historia, en un homenaje, en una parte del alma del teatro, convirtió una campaña de recaudación de fondos en una experiencia colectiva que emocionó a todos.

Desde nuestro lugar, queremos compartir esta experiencia no solo como proveedores de equipamiento, sino también como impulsores de proyectos culturales.
Sabemos que el financiamiento es uno de los mayores desafíos de los espacios culturales hoy. Es por eso que iniciativas como DEDICA demuestran que, con creatividad y compromiso, es posible renovar sin perder la esencia y afrontar con el compromiso de la comunidad costos que de otra manera serían muy difíciles de afrontar.